El grupo inversor Blackstone ha cerrado este mes de abril la adquisición de las hipotecas tóxicas de Catalunya Caixa: hipotecas con problemas que cuentan con
una morosidad de alrededor del 30 %, cuyos titulares están “en posible riesgo de impago” por estar en paro o pertenecer a colectivos especialmente castigados durante la crisis.
El grupo estadounidense tendrá que adherirse al código de buenas prácticas suscrito por la totalidad de los bancos que operan en España desde hace un par de años, comprometiéndose a no realizar desahucios masivos. Esta condición, impuesta por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), condiciona a Blackstone a reestructurar la deuda.
Aquí entra en juego la renegociación y se abre una nueva posibilidad de pactar las cláusulas de las hipotecas atendiendo a nuevas circunstancias. Sin duda, esta es una gran oportunidad para todos los que han sido sacudidos por la crisis y firmaron su hipoteca con Catalunya Caixa.
Los profesionales que nos dedicamos a la mediación e intermediación bancaria vemos un nuevo horizonte para ayudar a nuestros clientes en la reestructuración de sus pagos sin llegar a juicio, como pactar el aplazamiento de los pagos y otras acciones similares.
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